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La introducción de espacios de trabajo en los hoteles está ayudando a muchas cadenas a reinventarse, generando modelos híbridos entre hotel y oficina, donde los cada vez más numerosos teletrabajadores, encuentran los servicios adecuados a sus necesidades. Esta hibridación será clave en los próximos años y ha generado una multitud de oferta: desde espacios destinados a nómadas digitales que quieren combinar ocio y trabajo en destinos paradisíacos a la creación de espacios de oficina para público local que, eventualmente, necesita una zona para concentrarse o reunirse. Entre ambos extremos existen una gran variedad de fórmulas que están apareciendo y que ofrecen a los hoteles nuevas oportunidades de negocio.
A raíz de la pandemia, el teletrabajo se convirtió para algunos en el único modelo posible. Las oficinas se vaciaron y el trabajo se trasladó al hogar. Este cambio se revertirá a medida que desaparezca la crisis sanitaria, pero no completamente y sin duda el COVID-19 será un evento que ayudará a que aumenten la cantidad de teletrabajadores. En Estados Unidos, el 75% de los directores financieros esperan trasladar a los empleados a un trabajo remoto después de la pandemia de la COVID-19 (Fuente: Gartner). Según otras fuentes un 33% de los trabajadores de EEUU lo harán remotamente (Fuente: Upwork survey).
Aunque durante la pandemia los espacios de coworking han sufrido un gran descenso, se espera que el mercado se recupere y alcance los 11.520 millones de dólares en 2023 con una tasa de crecimiento anual del 11,8% (Fuente: BusinessWire).
Paralelamente países de todo el mundo están comenzando a aplicar nuevas políticas labores que incluyen también el teletrabajo, lo cual hará más factible que tanto empresas como trabajadores puedan acceder a estos modelos laborales. Además hay un cambio significativo en los indicadores para valorar un puesto de trabajo. Cuestiones como la posibilidad de teletrabajar es un factor de relevancia a la hora de escoger trabajo. Esta nueva realidad ha hecho que muchos países pongan en marcha políticas para atraer talento de nómadas digitales. Barbados ya ha anunciado un nuevo permiso de 12 meses para teletrabajadores, y algunos países como Japón o España han anunciado inversiones en infraestructuras para mejorar el acceso a internet.
Sin embargo el teletrabajo genera algunas tensiones como la soledad. El 64% de los autónomos afirma que su trabajo les hace sentirse solos a diario, en comparación con sólo el 29% de los trabajadores de oficina (Fuente: Viking). Es por ello que los nuevos modelos de espacios de trabajos compartidos se convierten en una solución para personas sin oficina o lejos de ellas.
El traslado del trabajo a los espacios domésticos han generado no pocos puntos de tensión. Las viviendas no están preparadas para albergar espacios laborales. Desde la incorrecta iluminación, pasando por la falta de espacios, la insonorización o la conciliación familiar, todas estas cuestiones generan nuevas necesidades como el acceso puntual a espacios de trabajo en núcleos cercanos a la vivienda. Los hoteles se han postulado para resolver estas necesidades emergentes. No en vano los conceptos de hoteles híbridos para los viajeros de ‘bleisure’ podrían aumentar la facturación de un hotel en un 20% (Fuente: Colliers International).
Los hoteles se abren para alojar a clientes diferentes a lo largo del día mediante pases de día: trabajadores que pasan el tiempo durante los horarios de oficina y turistas que lo habitan en las horas nocturnas y fines de semana.
Las zonas comunes cambian su función por franjas horarias, con lo que es necesario un diseño de mayor flexibilidad que permita la convivencia armónica de cada usuario.
Mientras los coworking tienen más sentido para un uso más duradero, los hoteles pueden convertirse en espacios de oferta para necesidades más puntuales y cercanas geográficamente.
La combinación de modelos de ocio y trabajo seguirá cogiendo fuerza en los próximos años, sobre todo, en el segmento de viaje familiar.
La soledad como gran insight favorecerá que estos nuevos modelos de espacios asuman funciones de conexión entre las personas, tanto en el ámbito laboral como personal.