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El 78% de las personas está de acuerdo en que el hogar fue nuestro santuario durante las restricciones de la pandemia (Fuente: Ikea Home Report). No hay duda de que pasar más tiempo en nuestras viviendas nos ha dado una visión más amplia de la función que cumple ésta en nuestras vidas, pero también de cómo nos ha ayudado como ciudadanos a pasar una situación compleja. La protección será un valor en expansión en los próximos años.
La salud y protección tomarán fuerza, a medida que la amenaza de otras pandemias y crisis climáticas hagan más evidente la necesidad de crear espacios saludables y seguros. La OMS (Organización Mundial de la Salud) lleva tiempo avisando de que la crisis del coronavirus no será única y “las amenazas de ese tipo continuarán”, como declara Mike Ryan, director ejecutivo del programa de emergencias de la institución sanitaria.
Las amenazas climáticas serán también un factor de cambio importante. Nuevas políticas como el New Green Deal de la Unión Europea a través de los ODS (Objetivos de Desarrolllo Sostenible) impulsan políticas de incentivos para que industrias y ciudades viren hacia modelos más sostenibles.
Las viviendas se proyectarán como refugios capaces de enfrentarse a las próximas crisis climáticas y de salud. De forma que la autosuficiencia de las mismas será más importante en términos de higiene y alimentación. Soluciones de purificación del aire, materiales higiénicos y descontaminantes y pequeños sistemas de cultivo esenciales seguirán tomando fuerza.
Este concepto de hogar como refugio se traducirá en diseños y productos calmantes, cálidos y que equilibran el estado de ánimo y apoyarán el bienestar mental, que son parte de los rituales de autocuidado de sus habitantes. La mentalidad de supervivencia se traducirá en una arquitectura y un diseño de interiores físicamente protectores, así como en un mayor espacio de almacenamiento para planificar con antelación los artículos de emergencia y los kits de salud. Por otro lado, la vegetación y el contacto directo con la naturaleza dentro del hogar serán cada vez más importantes. En este contexto las ventanas y cerramientos aumentan su tamaño y productos como los toldos se han convertido en esenciales durante los meses de pandemia.
Cuestiones como la calidad del aire y el uso de materiales saludables que eviten o reduzcan las emisiones contaminantes se convertirán en requisitos de diseño.
Desde el aspecto macro, con ciudades sostenibles energética y ambientalmente, hasta soluciones micro para mejorar la independencia energética y de alimentos dentro de las viviendas serán fundamentales.
Plantas y pequeños sistemas de cultivo se instalarán en los hogares.
El hogar entendido como un refugio capaz de asistir todas las necesidades humanas por periodos concretos de tiempo.
Las nuevas tecnologías permitirán contar con más datos para implementar interiores que ayuden a las personas a encontrarse mejor dentro de la vivienda.